Comunicar con claridad, sostener conversaciones difíciles y crear cultura de mejora continua sin romper vínculos.
Nota: esta página describe el enfoque y contenidos del submódulo. Si quieres que lo adapte a un equipo/organización fuera del Postgrado, lo conversamos caso a caso.
El foco es que los participantes adquieran herramientas útiles para ofrecer retroalimentación de manera clara, efectiva y orientada al crecimiento, generando un ambiente de trabajo más colaborativo y positivo en el sector veterinario.
Buscamos capacitar a líderes para impulsar el desempeño de sus equipos, fomentar una cultura de mejora continua y liderar con empatía y eficacia.
El feedback constructivo no es “decir lo que pienso”. Es un tipo de retroalimentación que busca mejorar rendimiento, habilidades o comportamientos sin atacar a la persona, y sin generar defensividad innecesaria.
En el sector veterinario hay presión, urgencias y emoción (equipo y tutores). El feedback no puede aumentar el ruido. Tiene que aportar claridad, seguridad y aprendizaje, sin perder exigencia.
Trabajamos cinco momentos prácticos para dar feedback (no por teoría, sino por impacto real en el equipo):
Feedback guía (formación, incorporación, aprendizaje).
Feedback regular (revisiones, reuniones de desempeño).
Feedback inmediato (incidentes o logros puntuales).
Feedback oportuno (patrones recurrentes antes de que escalen).
Feedback en conflicto (para restaurar coordinación y respeto).
Entrenamos tres estructuras que permiten sostener conversaciones difíciles sin improvisar:
Reconocer → ajustar → reforzar. Útil para conversaciones breves y mantener motivación, evitando que la mejora se perciba como ataque.
Objetivo → Realidad → Opciones → Compromiso. Ideal cuando quieres que la persona asuma responsabilidad y salga con un plan de acción claro.
Describir → Expresar impacto → Especificar cambio → Consecuencia positiva. Muy útil para conductas concretas y para sostener límites con respeto.
Trabajamos ejemplos reales del entorno clínico: protocolos, comunicación con tutores, quirófano, coordinación recepción–equipo clínico y documentación de casos.
Liderar también es saber recibir. Entrenamos un protocolo simple que protege ego y mejora aprendizaje:
El feedback constructivo no es una herramienta “blanda”. Es un puente hacia relaciones más fuertes y un desempeño más efectivo. Cuando se da con empatía, claridad y propósito, el equipo deja de sobrevivir y empieza a aprender.
Si quieres más contexto sobre cómo se imparte dentro del Postgrado, o si quieres explorar una adaptación para tu entorno, escríbeme.